Mi vida está dictada por la cortesía y la comodidad asociadas con ser canadiense y los excesos emocionales de tener un alma eslava. La vida es rica y hermosa y estoy en una búsqueda para explorarla al máximo. El arte siempre ha sido una parte integral de mi vida, aunque la pintura se adapta más a mi personalidad. Me siento trasplantado a mi propio mundo mágico, parado frente a un lienzo vacío; siempre hay un nuevo comienzo con un número infinito de posibles finales. Esto me gusta mucho.

A lo largo de los años, el cuerpo humano ha sido la principal fuente de mi fascinación. Quizás su complejidad, que engloba multitud de experiencias corporales, me ha llevado a este estado de enamoramiento. Por ejemplo, mientras estoy inmerso en la creación de retratos, a menudo reflexiono sobre cómo la sabiduría existencial de cada momento que pasa transforma el cuerpo de mi sujeto en un paisaje de tristeza y felicidad en eterna evolución, manifestado en signos visibles.

Últimamente he descubierto mi propio jardín como fuente de inspiración. Aquí, el potencial de los matices coloristas es ilimitado, mientras que el laberinto de formas orgánicas evoca agradables recuerdos del pasado. Los veranos de Canadá son de corta duración; esto se refleja en mi técnica pictórica con sus trazos vigorosos y, en la mayoría de los casos, aplicación de pintura gruesa para capturar el momento fugaz en el tiempo.

Para mis futuros emprendimientos artísticos no tengo un camino claro; más bien, quiero dejar que mi pasión y nuevas experiencias de vida me lleven / lleven en un nuevo viaje visual. Estoy abierto a nuevas posibilidades "aún por venir".